¿Hay alguna rata en tu vida?Igual que esa rata ponía en peligro la vida de los aviadores, existen muchas circunstancias y problemas que amenazan nuestras vidas, capaces de hacer que cualquier rato nos desmoronemos y que terminen los sueños que tenemos. Esas ratas en nuestras vidas pueden ser problemas o circunstancias que se presentan, pero también pueden ser pecados que guardamos en nuestro corazón, enemigos de la pureza de nuestra alma. ¿Qué hacer si encuentras una rata?Cuando estamos enfrentando este tipo de enemigos, lo más probable es que intentemos muchas cosas en nuestras fuerzas, pero fracasaremos si no buscamos ayuda. Para terminar con esas ratas que ponen en peligro nuestra vida, e incluso nuestra alma, debemos subir, elevarnos lo más alto que podamos, empezar a buscar a Dios con todo nuestro corazón, con todas nuestras fuerzas y cuando estemos ahí, podremos observar cómo cada problema se va desmoronando. Jehová, roca mía y castillo mío, y mi libertador; Dios mío, fortaleza mía, en él confiaré; Mi escudo, y la fuerza de mi salvación, mi alto refugio. Salmos 18:2 (RVR1960).
Sólo en Su presencia encontramos el refugio que necesitamos, cuando rendimos nuestras vidas le damos a Dios la oportunidad de obrar. No es fácil alcanzar esa altura, no es sencillo vivir en santidad y guardar los estatutos que nos dio, cuesta mucho que permanezcamos en oración y leyendo su Palabra, pero con la ayuda del Espíritu Santo, nos elevaremos cada vez más alto al punto de que ninguna rata podrá sobrevivir. Si hay una rata a bordo de tu vida y no sabes qué hacer ¡vuela alto! y verás cómo tus problemas desaparecen ante tus ojos. No hay nada ni nadie que pueda permanecer de pie delante de la presencia de Dios. |